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La osteoporosis y el envejecimiento: Proteja sus huesos con ejercicio

Los huesos parecen sólidos, pero el interior de los huesos en realidad está lleno de agujeros como un panal. Los tejidos de los huesos se descomponen y se vuelven a reconstruir todo el tiempo. Mientras algunas células producen nuevo tejido óseo, otras disuelven el hueso y liberan los minerales que hay adentro.

A medida que envejecemos, comenzamos a perder más hueso del que producimos. Los pequeños agujeros dentro de los huesos se hacen más grandes y las capas exteriores sólidas se vuelven más finas. En otras palabras, nuestros huesos pierden densidad. Los huesos duros se vuelven esponjosos y los huesos esponjosos se vuelven más esponjosos aún. Si esta pérdida de densidad ósea avanza demasiado, se le llama osteoporosis. Es normal que los huesos se quiebren en accidentes graves. Pero si los huesos son lo suficientemente densos, deberían resistir la mayoría de las caídas. Los huesos debilitados por la osteoporosis, en cambio, son más propensos a quebrarse.

Las fracturas de huesos pueden causar problemas graves en los adultos mayores. La cadera es un lugar común de osteoporosis y las fracturas de cadera pueden llevar a un espiral descendente de discapacidad y pérdida de independencia. La osteoporosis también es común en las muñecas y la columna vertebral.

La hormona estrógeno ayuda a producir y reconstruir los huesos. Los niveles de estrógeno de una mujer bajan después de la menopausia, y la pérdida de masa ósea se acelera. Este es el motivo por el cual la osteoporosis es más común en las mujeres mayores. Pero los hombres también tienen osteoporosis.

Los expertos sugieren que las mujeres comiencen a hacerse pruebas para detectar la osteoporosis a los 65 años. También debería evaluarse a las mujeres menores de 65 años con alto riesgo de fracturas. Los hombres deberían discutir con su médico cuándo les convendría hacerse una evaluación.

La evaluación se realiza mediante una prueba de densidad mineral ósea de la cadera y la columna. Usted puede hacer muchas cosas para disminuir su riesgo de osteoporosis. Consumir suficiente calcio y vitamina D y hacer ejercicio es un buen comienzo. El calcio es un mineral que ayuda a que los huesos permanezcan fuertes. Puede provenir de los alimentos que consume, incluida la leche y los

productos lácteos, las verduras de hoja verde oscuro como la col rizada y la berza, o de suplementos alimenticios. Las mujeres mayores de 50 años necesitan 1.200 mg de calcio por día. Los hombres necesitan 1.000 mg por día entre los 51 y los 70 años, y 1.200 mg por día posteriormente.

La vitamina D ayuda a que el cuerpo absorba el calcio. A medida que envejece, el cuerpo necesita más vitamina D, que es producida por la piel cuando se expone al sol. También se puede obtener vitamina D de suplementos alimenticios y determinados alimentos como la leche, los huevos, los pescados grasos y los cereales fortificados. El ejercicio, en especial los ejercicios con peso (también ayuda a los huesos. Los ejercicios con peso incluyen trotar, caminar, jugar al tenis y bailar. El tirón de los músculos le recuerda a las células de los huesos que deben mantener los tejidos densos.

Fumar, por el contrario, debilita los huesos. Beber en exceso también los debilita —y hace que las personas sean más propensas a caerse. Determinados medicamentos también pueden aumentar el riesgo de osteoporosis. Tener familiares con osteoporosis también puede aumentar su riesgo de padecer la enfermedad.

La buena noticia es que, incluso si ya tiene osteoporosis, no es demasiado tarde para comenzar a cuidar sus huesos. Dado que sus huesos se reconstruyen a sí mismos todo el tiempo, puede inclinar la balanza hacia más crecimiento óseo al darles ejercicio, calcio y vitamina D.